domingo, 30 de julio de 2017

Mi opinión – Hijos de Atenea, de Mercedes Pinto Maldonado

Cada libro es un mundo, y cada mundo se desarrolla en nuestra mente gracias a las palabras de su autor. Para aquellos que leen desde siempre, la lectura es algo imprescindible para su cotidianidad. Es necesario viajar a otros mundos, ser el protagonista de una nueva aventura, volver a enamorarse de aquel personaje misterioso e incluso acercarse a las puertas de una muerte segura. Y todo ello encajando a la perfección en los deseos del lector. Porque es el lector quien da las pinceladas a los paisajes, quien le pone rostro a los actores, quien decide el brillo de los amaneceres. Esa es la magia de la lectura.

Gracias a Mercedes, la autora de «Hijos de Atenea», volví a recordar qué se sentía al descubrir un mundo de injusticias, y de cómo la voluntad y la fuerza interior nos impulsa a ser felices, a pesar de lo abrupto de las circunstancias. De pequeño había leído «La cabaña del tío Tom», y aún recuerdo las lágrimas que acariciaron mis mejillas y las sonrisas que se marcaron en mi rostro. Un sinfín de emociones, un tanto desconocidas (al menos en profundidad) para un joven de once años, pero que cambiaron mi manera de ser… para siempre. Seguro que si no hubiera leído ese libro y hubiese sido el de Mercedes, el efecto sería idéntico, o incluso mayor.

Creo que es de las pocas reseñas (o quizás la única de momento), en la que no voy a decir nada sobre la historia. Supongo que al mencionar otra novela de tildes similares, cualquier lector intuirá un poco la idea global, aunque le aseguro que se sorprenderá más de lo que imagina. Y si tienes la suerte de no conocer ninguna de estas novelas, prepárate para un emocionante viaje que te cambiará para siempre. Porque los «Hijos de Atenea» tienen esa fuerza. Tienen ese valor. Tienen esa magia.

Una historia increíble y emotiva. Gracias Mercedes por haberla escrito.

 Alexander Copperwhite

ENLACE A LA NOVELA

martes, 3 de enero de 2017

Ganan los inteligentes y los malos, frente a los buenos y los guapos

¿Qué tipo de personajes de ficción te gustan más?



En una encuesta que hice en twitter, se me ocurrió lanzar esta pregunta y el resultado me sorprendió bastante. Por supuesto queda claro que hablamos de personajes de ficción, pero ¿acaso es lo que buscamos también en el mundo real? Siempre se ha dicho que a las chicas les atraen los malotes, y que a los chicos también les atrae el lado oscuro, pero si no recuerdo mal, cuando conversamos con conocidos siempre preguntamos lo mismo: ¿Es guap@? ¿Es buena persona? La inteligencia es un factor importantísimo, aunque solemos apreciarla cuando terminamos los estudios. ¿Irónico verdad?

En fin. Ya lo veis. Los inteligentes ganan a los malos, los malos a los buenos, y los buenos a los guapos. Por lo visto no somos tan superficiales como pensábamos. ¿O las estadísticas mienten?
Por cierto, la vieron 5.629 personas y votaron los 578. Poco más de 10% de votos voluntarios no condicionados. Es una cifra muy buena.

Aquí os dejo algo para reflexionar.

Feliz año.

Alexander Copperwhite



sábado, 10 de diciembre de 2016

Mi opinión – Cicatriz, de Juan Gómez Jurado



¿Qué puedo decir yo que no hayan dicho ya muchos? Juan Gómez Jurado de nuevo ha roto moldes y ha creado una historia sorprendente, absorbente y chocante. Creo que uno de sus grandes secretos es la narración, la estructura de los capítulos y el fluir de los personajes… y si me equivoco, no es mucho.
La cosecha de emociones está asegurada. Cuando se une el pasado con el presente de una manera tan fluida, la historia narrada cobra vida y al final el autor logra envolvernos en un mundo global, es fácil empatizar, odiar, tener pena o incluso creer que somos los protagonistas de la novela. Está claro que la ficción es la ficción, pero ¿quién de nosotros no ha soñado vivir una escena que nos aparte de la rutina diaria? Supongo que todos, aunque lo habremos intentado de distintas maneras.
En mi opinión, la historia se va hilando alrededor de dos personajes principales, no voy a dar nombres para dar misterio al asunto, y esta vez seré simplón diciendo: chico busca chica, chico es un genio y chica una… ¡a saber! Chico se enamora y chica causa problemas. Entre toda esta simplicidad existe una enrevesada historia personal que os dejará boquiabiertos. ¿A qué me refiero? Pues, imaginaos. Guerra de Afganistán, problemas en Ucrania, una aplicación de móvil que revolucionará el mundo, los rusos, los americanos, una pérdida inesperada, un grupo de mafiosos, una cicatriz que lo dice todo. ¿Queréis más? Me parece que no.
Para cerrar esta nota diré que Juan Gómez Jurado ha jugado muy bien con los tiempos verbales y el cambio de registro entre primera y tercera persona. Para mí es algo revelador, y sin duda copiaré la técnica para alguna de mis futuras historias. Pero no quiero cerrar con tecnicismos. Os aseguro a todos que la leeréis tan rápido, que se os hará un manjar de degustación. Que por muy largo que sea, dada la sensibilidad y perfección de la obra, os parecerá cortísimo. Y eso es todo un éxito. ¡Descubridla!



Alexander Copperwhite

Aquí tienes el enlace:

Cicatriz

lunes, 12 de septiembre de 2016

Mi opinión – El manuscrito I, de Blanca Miosi

A veces me apetece comenzar una entrada con una afirmación, otras veces lo que busco es arrancar una sonrisa, y otras informar sobre el contenido de la obra que he leído, pero en esta ocasión me saltaré mis propias normas y empezaré con un improperio. ¡¿Maldita sea, por qué no se me ha ocurrido a mí esta historia?!

Conozco a la autora desde hace bastante tiempo, aunque nuestros caminos se han acercado bastante durante los últimos dos años. Eso sólo se debe a la amabilidad de Blanca, y su extraordinaria forma de empatizar con los demás. He de decir, que aparte de ser una gran escritora, es una gran persona, y me imagino que sus lectores así lo perciben.

Bueno, después de andarme por las ramas (como de costumbre) iniciaré la descripción de la novela, que como he dejado bien claro desde el principio, mu hubiese gustado haber escrito yo, pero como no ha sido así, al menos he tenido el gustazo de disfrutar de su lectura.

Todo comienza de la forma más sencilla. Uno de los protagonistas, un escritor frustrado, consigue un manuscrito de una persona desaparecida, y de inmediato queda maravillado con él. Tanto es su asombro, que hasta está pensando en presentarlo como si él lo hubiera escrito (o al menos así lo percibí), pero de pronto se da cuenta que eso es imposible. ¿Por qué? Pues porque el manuscrito no está terminado, sino que está siendo escrito en ese preciso instante. ¿Cómo puede ser? Muy sencillo, y a la vez complicado. Los personajes descritos en él, son reales, y están escribiendo su propia historia con cada paso que dan. Y surge la pregunta: ¿leerías un manuscrito donde apareciese plasmado tu futuro? ¿Sí, no, quizás? Supongo que para respuestas, los colores. Pero la historia no acaba aquí, porque no sólo veremos el devenir de los protagonistas, sino que viviremos una increíble búsqueda. La de la inmortalidad. ¿Cómo es eso posible? Es muy sencillo, leed el libro y lo averiguaréis.

Acción, intriga, misterio, suspense, aventuras, personajes malvados, y siniestros, y enamorados, e ingenuos, y desequilibrados. De todo. Sencillamente de todo. Desde luego es una novela que me hubiera gustado escribirla, pero no me resigno. Le doy las gracias a Blanca por haberme regalado momentos tan intensos durante la lectura, y por enseñarme que la imaginación no tiene límites. Y eso es lo que encontramos en El Manuscrito I; una historia que podría haber sucedido, o incluso que esté a punto de suceder. ¿Lo estáis dudando? Abrid el manuscrito y rezad para que no sea vuestra vida la que aparece en sus páginas. Por lo demás, felices lecturas.


Alexander Copperwhite



El Manuscrito 1. El secreto (segunda edición)

sábado, 25 de junio de 2016

Brexit

Siento que el futuro se está convirtiendo en pasado, y el presente sólo es una sombra de lo que pudimos ser. El sueño de una unión, poco a poco es convertido a pedazos, mientras los avariciosos no paran de frotarse las manos, cual buitres que aguardan repartirse los restos de un cadáver… mutilado desde hace bastante tiempo. Una vez más, la supremacía alemana está llegando a su fin, y los vencedores de una guerra pasada, aunque no olvidada, reclaman la capacidad de elegir el destino de su pueblo, sin intervenciones y medidas de austeridad impuestas por quienes no pagan intereses, y sin embargo exigen intereses.

Es muy fácil tildar al pueblo inglés de poco solidario, pero la solidaridad es algo que escasea en todo el marco geográfico de la Unión Europea. Los medios de comunicación no hablan de cuántos países se están planteando un “euroexit”, tales como la República Checa, Islandia, e incluso, una vez más, Grecia. ¿Y debemos culparles por ello? En nuestro país hace mucho que la clase media - baja (o al menos lo que queda de ella) no disfrutamos de la europeización y de sus ventajas, reservada para las clases que pueden permitírselas. Incluso la pobreza forma parte de una sociedad que, cuando yo era joven, faltaban cosas, pero nadie pasaba hambre. Y es que ahora el desplazamiento de las industrias, de la agricultura, de las cuotas de pesca, organizada por los alemanes y sus lacayos (belgas y holandeses) que son gente que nos ven como ciudadanos de segunda, no favorecen nuestras empresas, y ellos mantienen un sistema de Seguridad Social que nosotros no somos capaces ni de soñar que existe. No sé. A mí me hace pensar que algo no va bien.

El Brexit no es una mala decisión, sino la consecuencia de muchas malas decisiones, y de seguir el consejo de quienes se han preocupado más por los bancos… y no por las personas. Yo creo que al final el agua del río alcanzará el mar, y la dulzura será revuelta con lo salado. Se crearán nuevas realidades y nuevas desestabilidades, ya que estas últimas son las que nutren los bolsillos de los sinvergüenzas y los especuladores. Incapaces de crear algo positivo


o de soñar con un elemento que no sea material, estas personas incuso venderán a sus propias familias con tal de engordar sus cuentas corrientes, comprarse un coche nuevo, o hacer un viaje de ensueño. A costa de los demás, por supuesto. El Brexit es la respuesta a esa gente de mala madre y, sin lugar a dudas, el resto nos sentimos ofendidos y en cierto sentido abandonados. Pero, ¿qué ocurriría si nos preguntasen a nosotros si queremos seguir en la EU, o si queremos recuperar nuestro destino como pueblo libre? ¡Esa es la cuestión!

De momento, esperemos que los manipuladores de medios (políticos y compañía) encuentren una solución, y tengamos la fiesta en paz. Que los países de la unión vuelvan a creer en ella, y erradiquemos la pobreza en una nación, que debería ser la más poderosa del mundo. ¡Como nación, y no como hervidero de grandes fortunas! Y tal como dijeron hace mucho tiempo atrás, cuando otro momento histórico tambaleó los pilares de lo preestablecido: Buenas noches, y buena suerte.


Alexander Copperwhite

miércoles, 1 de junio de 2016

Algunos trucos: Cómo escribir una buena historia

Desde el primer momento que nos enfrentamos al folio en blanco, comienzan a surgir una infinidad de preguntas y solemos carecer de respuestas. En esta ocasión, intentaré dar algunas pinceladas de lo que es para mí una buena historia, y los puntos clave para que sea bien recibida.

Empezamos…

Cada uno de nosotros tiene un estilo propio, al igual que una visión muy particular de las cosas y del trascurso de la vida. Ese punto personalizado, es nuestra mayor virtud, aunque también nuestro mayor enemigo. Y me explico. Cuando un escritor escribe para sí mismo, no es necesario preocuparse por casi nada, ya que quien de verdad lo hace de forma egoísta, no publicará nunca. Eso sí, siempre nos encontraremos con aquel escritor que ni lee, ni escribe para los demás, pero sí espera que le digan lo bueno que es y lo bien que lo hace. Todos quienes inician su andadura en la escritura, y pretenden compartir sus trabajos, han de pensar en el lector y adecuar el texto a las medidas del sector al que se dirige. Por supuesto, la máxima de uno ha de ser la de escribir algo que le gustaría leer, porque si no fuese así, menuda patata. Eso es lógico, aunque no todos comparten dicha evidencia. Recordad: Sed sinceros con vuestra mente, y esta no os traicionará.

Ya hemos tratado del marco general del escritor, y nos adentraremos en lo superficial de un texto. Lo primero, un protagonista (o varios) con los que el lector logre identificarse, u odiar, o amar. Dichos sentimientos crean una simbiosis con el lector que le hace querer continuar con el texto, o detestarlo. Dicho esto, recordad que no podéis agradar a todo el mundo, así que no os preocupéis en hacerlo. Quien haga tal cosa, lo único que escribirá es un cuento de mariposas, margaritas y unicornios, donde todo el mundo es feliz y nunca sucede nada. Aun así, habrá lectores que no les guste.
Personajes y cuentos de hadas aparte, luego toca centrarnos en los escenarios que elegiremos para nuestra historia. Han de ser fáciles de reconocer, de oler y de imaginar, de lo contrario el lector pasará de largo sin ubicarse. No pasa nada, existen obras de teatro que carecen de mobiliario, pero un buen fondo siempre da otro colorido a una función. Escoged vuestra prosa y sed fiel a ella, evitando ser mecánicos a la hora de escribir, o empalagosos, a menos que el momento lo requiera. Es muy importante encontrar un punto medio, ya que lo que es demasiado largo para unos, es excesivamente corto para otros. En el punto medio, habrá menos discordia.

Escenas. Hemos de crear tensión, intriga, amor, misterio y suspense. La mezcla del cóctel de siempre. Creedme, no vais a descubrir la pólvora, y menos con la ingente cantidad de novelas que son presentadas cada día, pero si sois capaces de crear una mixtura novedosa, quizás marquéis la diferencia.

Por último, y no por ello menos importante, es fundamental que la historia esté bien atada, sin lagunas entre párrafos y sin fallos en la estructura. Tomen nota de los personajes, y si al terminar la novela os dais cuenta de que os habéis olvidado de alguien, matadlo en algún capítulo. No pasa nada. Pero no lo dejéis por ahí colgando.



Con estos detallitos, tenéis la base para una historia que los lectores disfrutarán. El resto, depende por completo a vuestra imaginación y de las musas.


Alexander Copperwhite

domingo, 29 de mayo de 2016

Mi opinión – Jugando con fuego (Las crónicas del bien y del mal), de José Mariño

Uno de los grandes retos de un escritor, es el de crear una historia que fusione la realidad con la ficción, y viceversa. He tenido el placer de descubrir la imaginación de gente maravillosa, y he de admitir que la mente de José Mariño entra en esa categoría. Halagos aparte, Jugando con fuego es el primer libro de una trilogía que ha dado mucho de qué hablar, y seguirá dando guerra durante mucho tiempo.

En sus páginas nos encontraremos con el mundo actual, pero visto desde otro punto de vista. El de la inmortalidad mortal. Suena a contradicción, ¿vedad? Y lo es, pero os aseguro que conforme os adentréis en este mundo y sus personajes, de repente todo cobrará un sentido tan profundo, que incluso llegaréis a dudar de si la realidad es tal y como la percibimos, o puede que sea como nos la presenta el autor. Bien, dicho esto, no me toméis por loco, que ya sé diferenciar entre lo real, lo mágico y lo irreal. ¿He dicho mágico? Bueno, pretendía decir asombroso. ¡O puede que no!

Os aseguro momentos de acción aderezada con misterio, intriga adornada con historia, amor enmascarado por odio y mucho, pero que mucho más. Adoraréis numerosos personajes que más tarde despreciaréis, y renegaréis de otros para luego desear que sigan con sus peripecias. Un mundo que une la realidad con una ficción muy propia del realismo mágico, lo sobrenatural, y lo mundano.



Sé que acabo de decir muchas cosas sin decir nada. Pero, ¿a que os ha llamado la atención esta historia? No os hagáis los remolones o las remolonas, y echadle un vistazo. Así por encima, a ver si conseguís soltar el libro. Es un reto que os propongo. Diversión garantizada en un viaje sin igual. Por mi parte, enseguida empiezo el segundo libro que, según me ha asegurado el autor, contiene giros inesperados que me dejarán con la boca abierta. Y me lo creo. Así que vamos, a leer que son dos días. No vemos en las novelas.


Alexander Copperwhite



Jugando con fuego. Las crónicas del bien y del mal (Luna Llena)