
Está claro que cuando uno decide lanzarse al mundo
literario, lo hace con gran ilusión y
con la esperanza de agradar a los futuros lectores con su trabajo. Por
supuesto, lo más normal es que, tarde o temprano, empiecen a llegar los
primeros comentarios, en los que se critica un texto que el autor ha escrito
con cariño y esperanza, y el lector lo recibe como lo que es: un texto. Porque
hemos de ser sinceros, aparte de nuestros familiares y amigos (y no siempre),
el resto del mundo recibe las novelas como un objeto lúdico, y su función
principal es la de entretener. Eso sí, recordad que estamos hablando de novela
literaria, que es como han decidido denominarla, a pesar de ser una redundancia.

Ahora bien. Los primeros comentarios, como es
normal, proceden de los lectores más cercanos a nosotros. No es nada malo. Es
del todo normal. Porque es lógico que entre nuestros amigos y familiares estemos
tocando el tambor desde que ponemos la primera frase en un folio blanquinoso.
Os suena la frase: He empezado a escribir una novela. Pues no es nada original.
Hasta podríamos analizarla o modificarla con mil símiles para que suene
diferente, pero siempre sería la misma. Terminando con este punto, los primeros
comentarios son positivos (excepto del amigo que estudió literatura y nada de
lo que haces le parece bien). RECUERDA: No le invites a la comunión de tus
hijos. Aparte de ese detalle, yo te recomiendo alegrarte por tener buenos
amigos, pero no te duermas en los laureles.
Luego tenemos los comentarios medios, que para mí
son los más importantes. En ellos encontrarás consejos, apuntes, reacciones,
emociones, notas, mensajes y mucha más información que te ayudará a mejorar
como contador de historias, incluso hasta te dan una buena idea para un futuro
trabajo. Estos comentarios son muy importantes. Recréate leyéndolos y recuerda,
has de ser sincero contigo mismo. No hace falta contárselo a nadie, pero
identifica tus debilidades y fortalécete como autor.

Y, finalmente, tenemos los comentarios negativos.
Estos son los comentarios que provienen de un segmento de lectores complicado, aunque
existente. Yo te recomiendo no hacer caso a la mayoría de estos comentarios, en
especial los que son de una sola línea, donde el crítico literario se limita a
decirte que él escribe mejor que tú, que no es su género, que sólo lee a los
clásicos, o cosas por el estilo. Ojo, son críticas legítimas, puesto que has
decidido abrirte al público, dejándote llevar por la ilusión y la esperanza (nunca
pierdas estas dos últimas). Rara es la ocasión que estos críticos experimentados
escribirán una explicación extensa donde expongan el motivo por el que no les
gustó la novela (que las hay, y también habría que analizar su contenido), pero
si algún día te llega una de estas, y tú te ves reflejado en ella, también
estúdiala con atención. Es posible que aprendas algo que cambie tu forma de
escribir… para mejor.
En fin, una crítica es la opinión de una persona,
y en el mundo hay más de 6.400.000.000 personas (ni la cuarta parte lectora. Y
soy generoso en mi hipótesis). Tómatelo como lo que es, un punto de vista.
Igual que ellos ven tu trabajo como un simple texto, sin saber el esfuerzo que
arrastra. Nada de esto importa. Si eres feliz escribiendo, jamás dejes de
hacerlo. Y aprende de todos. Yo espero morir aprendiendo… porque de lo
contrario, el mundo sería muy aburrido.
Alexander Copperwhite
Muchas veces no somos conscientes de que un "qué libro más malo" no es una afrenta personal motivada por un odio insano, sino la misma frase que podemos usar (o haber usado) nosotros al comentar un libro, una película o una canción. Y no por maldad, tan solo por acortar un "a mí no me ha gustado, aunque puede que sea una maravilla". Vaaaale, a veces no pensamos así ;)
ResponderEliminarComo dices, lo importante es aprender de las que se pueda y admitir el resto, tanto las "¡qué libro más bueno!", como las diametralmente opuestas.
Un abrazo, compañero.
Un fuerte abrazote, compañero de armas :-)
EliminarOpiniones de todo género siempre habrá, aunque pocas sean las constructivas, esas son las que importan.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, querida amiga :-)
EliminarOpiniones de todo género siempre habrá, aunque pocas sean las constructivas, esas son las que importan.
ResponderEliminarSin duda, el mundo de las críticas es un terreno pantanoso del que podemos salir con el trasero pelado. Ciertamente, como bien dices, las mejores son esas que has llamado "medias", pues son las únicas que ni se ven coartadas por que proveienen de personas cercanas y son más sinceras que las típicas de una línea que te ponen a parir.
ResponderEliminarYo, en particular, soy incapaz de soportar esas tan paupérrimas. Es más, yo como crítico ocasional, me daría vergüenza hacer algo así, aunque sea para ensalzar al autor de turno (en caso extraño). Creo que son banales y simplemente hirientes, cuya raíz es difusa.
El termino "medio" es el que más me gusta. Excelente exposición, estimado amigo.
EliminarYo como buen y exigente lector qué más me gustaría que decir de todo lo que he leído que es fenomenal o entretenido y bien escrito. Mejor para mí que, al fin y al cabo, es lo que busco.
ResponderEliminarPero hay veces que al segundo párrafo de algunas personas que se autopublican piensas: menuda plasta, qué mal escrito y qué truño. A ver quién es el guapo que se lo dice y cómo.
Para mí no es fácil decirle a un completo desconocido lo de mejor ponte a leer durante años y años, día y noche, y cuando termines sigue leyendo. Dejémosle que sea feliz escribiendo. Pero ¿Y si te pide opinión? Ayayaya... No es fácil.
Hay críticos y críticos pero creo que las malas críticas intencionadas y llenas de veneno solo se dan entre escritores o aprendices. No entre lectores que todo lo más te dicen si les gusta o no y por qué.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo contigo, querido Ricardo. Al parecer, el oficio de escribir es muy duro, tanto por fuera, como por dentro.
EliminarEso de las malas críticas llenas de veneno que proceden de escritores o aprendices me ha llegado al alma. Tengo pruebas de varias de esas, pero lo triste es que muchos no se dan cuenta de que este oficio (o lo que queráis llamarlo) es un constante aprendizaje. El tiempo que gastas en poner zancadillas es tiempo perdido de lectura y de seguir escribiendo para pulir tu estilo y encontrar tu voz.
EliminarMuy buen post
Eso de las malas críticas llenas de veneno que proceden de escritores o aprendices me ha llegado al alma. Tengo pruebas de varias de esas, pero lo triste es que muchos no se dan cuenta de que este oficio (o lo que queráis llamarlo) es un constante aprendizaje. El tiempo que gastas en poner zancadillas es tiempo perdido de lectura y de seguir escribiendo para pulir tu estilo y encontrar tu voz.
EliminarMuy buen post
Me ha gustado mucho esta entrada, hace poco tuve la experiencia de leer a una escritora que no maneja bien las criticas,no la mía, sino de los que comentaron el libro diciendo que no les llamaba la atención, cosa por demás lógica no a todos nos gusta lo mismo.
ResponderEliminarEl día que todo el mundo afirme que le gusta un libro, ese días será el fin del libre albedrío, jejejeje. Es pura lógica, estimada amiga, y espero que siga habiendo personas con diferentes gustos y opiniones.
EliminarMuy bueno!
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