Querido amigo,

Te quiero decir una cosa. Ahora me doy cuenta de que te acercaste
a mí, por ti; que no te importaba quién era, porque sólo pensabas en qué era lo
que podías quitarme; que no te preocupaba lo que tenía, porque lo querías para
ti, y que aceptaba mi manera de ser, porque eso era lo que menos te importaba.
Pero ya me he dado cuenta de quién eres querido amigo, amiga
o amiguete. Y en realidad sólo te deseo una cosa: que en tu vida te cruces con
más gente como tú, una y otra vez, hasta que por fin dejes de ser como eres.
Alexander Copperwhite
No hay comentarios:
Publicar un comentario