Bueno, bueno… De nuevo
he aprendido que decir: de esta agua yo no beberé; es un tremendo error. Quiero
dejar claro que no tengo ningún prejuicio sobre ningún género, sea este
literario, musical, de cine o teatral. Pero está claro que cada uno tiene sus
gustos y su peculiar manera de ver las cosas. Yo no suelo leer novela romántica,
ni amorosa, ni de situación. He aquí la gran sorpresa para mí cuando me vi sin
poder parar de leer esta novela. Miriam ha hilado una historia muy sencilla,
que podría ocurrirle a cualquiera de nosotros. Es posible que no todo lo que
aparece en ella, pero seré sincero y sí que me he visto en alguna que otra
situación parecida.
Los diálogos son muy
fluidos. Ahí reside la gran fuerza de esta historia. Con un toque juvenil que
nos hará recordad nuestros años de instituto, de universitarios o de juerguistas
empederni
dos, jejeje. El amor nace de la lujuria, o quizás la lujuria termina
traduciéndose en amor. Es difícil escrutar los caminos que nos guían y nos
conducen a lo que hoy somos, o lo que creemos que somos. Suena profundo, pero
en realidad (y no es por ser negativo) la novela destila humor, gracia,
situaciones diversas, aunque poca profundidad. Eso sí, en el momento de
analizar la vida de su protagonista, una serie de emociones psicológicas
ocuparán varios puntos de nuestro córtex cerebral y nos harán dudar de lo que
realmente estamos leyendo. ¿Interesante verdad?
Normalmente cuento resquicios
de la historia, sin demasiado detalles, para que los lectores puedan atar cabos
e imaginarse si en realidad quieren adentrarse en ella o no. Pero en esta
ocasión no pienso contar nada. ¿Por qué? Pues porque como la novela se lee
rápido y no dejaréis de reíros y de identificaros con las situaciones y de
pensar en qué ocurrirá a continuación… etc… etc… Sólo os digo que entréis en
amazon, hagáis la descarga… y a disfrutar de una lectura diferente y muy
entretenida. O al menos así fue para mí.
Alexander Copperwhite
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