
No es la primera vez que leo las
peripecias de este brillante detective privado y he de felicitar al escritor
por la singularidad adquirida en la escritura. El lenguaje es muy sencillo,
fácil de seguir, a la vez que adaptado para transportarnos de la mejor forma
posible a la sociedad de aquella época. ¿Queréis saber de qué trata el
misterio? Leed la novela.
Muchos sospechosos, muchos
obstáculos, muchas contradicciones, caballeros con piel de lobo, mamarrachos con
piel de cordero, asquerosos con piel de modositos. Una historia que lleva
moraleja, que contiene intriga y que os mantendrá enganchados hasta terminarla.
Para cerrar, os indicaré lo que
el autor me escribió en su dedicatoria para transmitiros seguridad: “Adelante,
no temáis, vamos con Víctor Ros”
Y la serie, en TVE, me gustó más que otras que ahora están muy de moda. Lástima que no renovaran. Un saludo.
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