Gracias a las nuevas tecnologías, he conseguido inventar y liberar a mí –altren ergo- que significa caballo sin dientes que jadea con lengua lánguida y únicamente pronuncia incoherencias. Mi burro interior, y orgulloso de serlo, exteriorizó su encanto burlón y su testarudez dialéctica, que cuando no me escuchan… rebuzno para que lo hagan. Amo a mi burro interior. No olvidemos que es un animal que no tropieza dos veces en la misma piedra, logro muy muy distante de conseguir por el hombre. Aterrizamos en la luna, plantamos una bandera, tropezar en un cráter, regresar a por algo que olvidamos, y volver a tropezar. Mandemos un burro. Seguro que no repite de infortunio… Por tanto, un rebuzno a todos…
Alexander Copperwhite
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